Texto
y fotos:
Aminta
Beleño Gómez
Prensa
Alternativa La Misión
La
mañana estaba más cálida de lo normal, pero olía a sábado. El bulevar que
interrumpe la avenida Bolívar, entre Lara y Cedeño, comenzaba a inundarse del
torrencial humano que en las últimas semanas caza rebajas compulsivamente. Los
vendedores, casi icónicos, ya sudaban el trajín de sus ofertas en ropa, bolsos,
correas, cosméticos, música, jojotos, papelón, y hasta cepillos dentales de a
tres por uno. Todo el mundo allí obedecía a una misma lógica: comprar o vender.
Al parecer, ese día no había otra misión en aquel pequeño espacio del mundo
valenciano.
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